Lewis Hamilton y Sebastian Vettel: duelo de titanes
Redacción: Asgard Pedraza | Fotografía: F1 / Mercedes AMG F1 / Scuderia Ferrari |
Cada cierto tiempo tenemos el privilegio de atestiguar el choque de dos titanes. Bueno, existe incluso
una paradoja sobre qué pasaría cuando una fuerza imparable colisiona contra un objeto inamovible; supongo yo que, al menos, saldrían muchas chispas de ese encontronazo.
una paradoja sobre qué pasaría cuando una fuerza imparable colisiona contra un objeto inamovible; supongo yo que, al menos, saldrían muchas chispas de ese encontronazo.
Ambos pilotos mostraron enorme talento desde su llegada a la F1, un talento que no se ve todos los días; muchos han llegado con un gran palmarés tras de si pero se evaporan una vez que corren un Formula Uno. Ellos no.
Ganando bajo la lluvia en un equipo de poca monta o rompiendo records a su corta edad se fueron labrando su camino a los campeonatos. Lewis tuvo la visión de largo plazo para triunfar con Mercedes y se aplaude mucho porque sabemos de otros que viven con tan mala suerte que el auto, simplemente, no funciona (ya sabemos quien y que equipo) . Vettel se montó en un auténtico misil, diseñado por Adrian Newey, que para finales de 2013 sacaba más de un segundo por vuelta a los de Maranello.
Lucha de titanes: justamente es lo que estaba aconteciendo en la Formula Uno por estos días. Un Sebastian Vettel lleno de ánimos y que parecía imparable en el arranque colisiona contra un Lewis Hamilton que dotado de un auto más que fantástico con una unidad de potencia incomparable y aparentemente inamovible en su pedestal de la mejor máquina fabricada en la era híbrida.
En años anteriores la competencia en la parrilla de los dos grandes pilotos del momento, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel se había visto empañada por la diferencia de rendimiento entre el equipo Mercedes y la Scuderia Ferrari, las carreras eran de dos ¡pero en el mismo equipo!; compitiendo entre compañeros por el título en forma cercana como el año pasado y dejando poco para el resto, acaso el tercer peldaño o como ocurrió en España 2016 donde gracias a esa rivalidad el joven Max se sacó la lotería.
Al amanecer de la temporada era claro que Ferrari había encontrado el modo de ecualizar el ritmo de Mercedes y de este modo el piloto Germano pudo lograr la hazaña de mantenerse en el liderato general por muchas y emocionantes semanas. Pero no habían de quedarse a beber cerveza en las vacaciones la gente de Toto Wolff y Her Doctor Dieter Zetsche, no señor. En un regreso digno de las películas de Rocky y con una unidad de potencia renovada la flecha plateada número 44 dio cátedra de rendimiento; no se podía creer en Spa, por ejemplo, que ni siquiera con gomas ultra suaves el carro de Seb pudiera competir en corta distancia con Lewis. Monza culminó con un amargo podio para Sebastian muy lejos en verdad de Mercedes, mas próximo a perderlo con Ricciardo.
Aún quedan algunos circuitos donde cuenta más el paquete aerodinámico y, en este apartados, seguramente ya trabajaron sus rivales. Sus únicos rivales si me lo permiten. Singapur nos dirá que tan imposible será para Ferrari remontar en el campeonato de pilotos. El de constructores podemos desde ya darlo por ganado para Mercedes gracias a un gran trabajo de Valtteri que aparece en los momentos de los puntos importantes, con esa hambre que le arrebato a Stroll un podio de segundo lugar relegándolo al tercero en los últimos metros de Bakú. Kimi es una sombra de lo que fue, sin ritmo ni para bailar un vals.
Ojalá que vuelvan a la carga los de Ferrari para que tengamos un cierre emocionante, que nos recuerde esos duelos de antaño a los que llevamos rato en este asunto e ilusiones para los mas jóvenes, quizá mañana digan orgullosos: “Yo vi pelear en pista a Lewis Hamilton el tricampeón del mundo con Sebastian Vettel el tetracampeón y fue grandioso”.